TEMAS DE INTERES
ACTUANDO CON SABIDURIA |
En breve narrare una linda historia digna de imitar.
La historia empieza así:
José fue llevado a Egipto, y un egipcio llamado Potifar lo compró a los ismaelitas que le habían llevado allá. Potifar era funcionario del faraón y capitán de su guardia Pero el Señor estaba con José y le fue muy bien mientras vivía en la casa de su amo egipcio. Su amo comprendió que el Señor estaba con José, y que por eso a José le iba bien en todo. Esto hizo que José se ganara la simpatía de su amo, que le nombró su ayudante personal y mayordomo de su casa, y dejó a su cargo todo lo que tenía.
Desde el día en que Potifar dejó a José al cargo de su casa y de todo lo suyo, el Señor bendijo a Potifar, tanto en su casa como en el campo. Con José al cuidado de todo lo que tenía, Potifar ya no se preocupaba más que de comer.
José era muy bien parecido y causaba buena impresión; así fue que al cabo de algún tiempo la esposa de su amo se fijó en él, y un día le dijo:
–Acuéstate conmigo
Pero José no quiso, y le contestó:
–Mira, mi amo ha dejado a mi cargo todo lo que posee, y estando yo aquí no tiene de qué preocuparse. En esta casa nadie es más que yo; mi amo no me ha negado nada, sino solo a ti misma, que eres su esposa; así que, ¿cómo podría yo hacer algo tan malo y pecar contra Dios?
Y aunque la mujer insistía todos los días en que José se acostara con ella y estuviera a su lado, él no le hacía caso. Pero un día, cuando no había nadie más en la casa, José entró para hacer su trabajo. Entonces ella le sujetó por la ropa y le dijo:
–Acuéstate conmigo.
Pero él salió corriendo, y dejó su ropa en las manos de ella. Cuando ella vio que al salir había dejado la ropa en sus manos, llamó a los siervos de la casa y les dijo:
–Mirad, mi esposo nos trajo un hebreo que ahora se burla de nosotros. Entró a verme y quería acostarse conmigo; pero yo grité muy fuerte, y al oírme gritar con todas mis fuerzas salió corriendo, y hasta dejó aquí su ropa.
Luego guardó la ropa de José hasta que su amo llegó a la casa. Entonces le contó lo mismo, diciendo:
–El esclavo hebreo que nos trajiste entró en mi cuarto y quiso deshonrarme, pero cuando grité con todas mis fuerzas, salió corriendo y dejó su ropa aquí. Así me trató tu esclavo.
La ira del amo de José se encendió al oír lo que su esposa le estaba contando, así que tomó a José y ordenó que lo metieran en la cárcel, donde estaban los presos del rey. Pero, aun en la cárcel, el Señor siguió estando con José y mostrándole su bondad, e hizo que se ganara la simpatía del jefe de la cárcel.
Que no enseña esto?
Que todo hijo de Dios que tiene conocimiento de la palabra, tiene la autoridad y fortaleza de poder huir de la tentación.
Como se logra esto… permaneciendo en Fe en aquel que ah creído, tener la convicción que el espíritu santo de Dios, te guía a toda verdad y toda justicia, y al parecer esa tentación fue un medio para que a el lo llevaran a la cárcel así cumplir la profecías, si lees GENESIS cap. 37 al cap. 47... Entenderás mejor el tema.
Todas las cosas que nos pasan en el camino de Dios, son un proceso, de bendición futura, veamos pues, que no sucumbamos a la tentación y esperemos la recompensa.
El motivo de mi tema es porque a veces nos creemos indestructibles, como hijos de Dios tenemos autoridad si. Pero también somos humanos, así que tengamos cuidado. Porque el ACUSADOR anda como león rugiente buscando a quien devorar.
Seamos sobrios y andemos como hijos de luz, nadie puede acusar a los escogidos de Dios. Las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas, hasta la vana manera de vivir,
Día a día hay que luchar por ser vencedores en el nombre de CRISTO JESUS.